A la hora de la bebida, es obligatorio probar el resolí. Es un licor árabe hecho de café, canela y azúcar, de sabor dulce y fuerte. Tiene propiedades digestivas, por ello suele tomarse con el postre. Si tenemos que mencionar un postre, no se pierda del alajú: una especie de torta formada por dos obleas rellenas con una exquisita pasta de miel y almendras. Otra golosina son las torrijas de Semana Santa, que se comen acompañadas de un buen chocolate caliente. Ya ve que hay mucho para probar: déjese tentar por los productos típicos de Cuenca.